Italia

Una guía completa para no perderse en el Uffizi

Sin dudas un paraíso para los amantes del arte. Según los expertos alberga la mejor colección de arte renacentista del mundo con obras maestras de Giotto, Botticelli, Miguel Ángel, Leonardo, Rafael, Tiziano y Caravaggio.

A pesar de contar con cerca de 2.000 obras el recorrido es muy ordenado. Las primeras quince salas exponen las obras maestras del renacimiento italiano en orden cronológico. Las obras de otros italianos y artistas extranjeros están dispuestas en las treinta salas restantes. 

Empezamos el recorrido en la sala 2 con los maestros toscanos (s. XIII-XIV), donde encontramos tres grandes retablos de Duccio, Cimabue y Giotto como un claro ejemplo de la transición del gótico hacia el incipiente renacimiento.
En la sala 3 destaca la “Annunciazione” de Simone Martini, pintada con Lippo Memmi y que representa a la Virgen sobre un fondo dorado.

En la sala 5 “la adoración de los magos”. Un templete sobre tabla de Gentile Da Fabiano. Es la transición entre el gótico y el renacimiento. Del gótico conserva los detalles de la ropa y el color dorado. Del renacimiento se empieza a ver la estructura compositiva.

“La adoración de los Magos” (Gentile Da Fabiano)

Entre los pioneros renacentistas se destacan, en la sala 8, la “Madonna con Bambino e due Angeli” de Fra´Filippo Lippi, y en la sala siguiente, el espíritu humanista se refleja en los famosos retratos de Piero della Francesca del duque y la duquesa de Urbino.

En la misma sala, las “Siete virtudes cardinales y teológicas” pintadas por los hermanos florentinos Antonio y Piero del Pollaiolo en el s. XV.

De toda la serie la única que no pintaron los hermanos Pollaiolo fue “La fortaleza” de 1470 y que se reconoce como la primer obra documentada realizada por Botticelli.

“Los duques de Urbino” (Piero della Francesca)

Las salas más importantes de la galería son de las 10 a las 14, dedicadas a Botticelli y sus obras emblemáticas: “La nascita di Venere” (el nacimiento de Venus), “Primavera” y “Madonna del Magnificat”.

Tampoco podemos pasar por alto el fresco de “La Annunciazione” realizado para el hospital de San Martino en 1481.

“El nacimiento de Venus” (Botticelli)
“Primavera” (Botticelli)
“Madonna del Magnificat” (Botticelli)

En la sala 15 Leonardo da Vinci es el protagonista donde se admiran dos de sus obras iniciales: el Bautismo de Cristo y la Anunciación. La primera es famosa porque es la primera pintura del artista. De hecho la mayor parte de sus obras fueron dibujadas por Andrea de Verrocchio, de quien Leonardo fue aprendiz, en esta se logra ver la mano de Leonardo pintando solo el ángel figurado de espaldas, que lo supo representar con una flexibilidad y gracia del todo diferente a las otras figuras rígidas del maestro. La Anunciación, a diferencia de la primera fue dibujada totalmente por Leonardo, realizada a sus veinte años de edad. Nos muestra en ésta obra una probadita de su famoso “esfumado” en el paisaje posterior.

“La adoración de los magos” es una pintura al óleo de Leonardo que quedó sin terminar en su fase monocromo. Su condición de estado incompleto y la composición (considerada revolucionaria) hicieron de este cuadro uno de los más famosos y más estudiados del artista.

“La adoración de los magos” (Leonardo da Vinci)

La tribuna

Los Medici almacenaban las obras maestras más valiosas en este espacio octogonal (sala 18). Actualmente hay una pequeña colección de estatuas y cuadros clásicos que adornan las paredes revestidas de seda colorada con 600 conchas de madreperla que cubren el techo abovedado.

La Tribuna

Alto Renacimiento

En la sala 35 No se puede dejar de pararse un rato para admirar el “Doni Tondo” de Miguel Ángel, considerado el cuadro más importante y enigmático del siglo XVI. Es el único testimonio pictórico de Miguel Ángel que se conserva en Florencia y posiblemente el único pintado sobre un soporte móvil que se le pueda atribuir con certeza. Es una representación de la Sagrada Familia poco común donde es José quien sostiene a Jesús. Lo sorprendente de la obra es que mantiene unos colores tan vivos como cuando se pintó.

“Tondo Dondi” (Miguel Ángel)

Por último en la sala 83 habría que pasar a ver “La Venus de Urbino” que fue encargada a Tiziano en 1538 por el Duque de Urbino para regalárselo a su esposa. Es un cuadro con altas dosis de erotismo, con la mujer desnuda, tendida en la cama y mirando fijamente al espectador. El color blanco de la piel de Venus, contrasta con el fondo oscuro, lo que resalta aún más ese erotismo que desprende el cuadro. Si la comparamos con la Venus de Botticelli son dos conceptos muy diferentes. Botticelli la representa como una estatua griega, divina y pura, mientras que la Venus de Tiziano es mucho más carnal.

“La Venus de Urbino” (Tiziano)

En 1996 una inundación amenazó con destruir la galería. Lugareños y turistas se apresuraron a rescatar las obras de arte, voluntarios a los que se llamó los “ángeles del barro”