República Checa

Malá Strana (ciudad pequeña)

Al cruzar el Puente de Carlos, llegamos al barrio de Malá Strana, ubicado al pie del Castillo, con vistas al río Moldava y al casco antiguo de la ciudad. Esta “Ciudad Pequeña” es el barrio mejor conservado de todo el centro histórico de Praga (actualmente zona de embajadas).

Allí se encuentra la isla de Kampa, uno de los lugares más pintorescos y con más encanto de la ciudad, enmarcada por un canal bordeado de antiguos molinos de viento, ya que en sus orígenes, esta era una zona de huertos y molinos.

Con el paso de los años, la isla fue habitada por albañiles y artesanos que trabajaban en la construcción del Puente de Carlos, pero en 1541 un incendio devastó la mayoría de estas casas, construidas en madera.

Fue a partir de entonces cuando varias familias aristocráticas, atraídas por la cercanía al Castillo, fueron poblando la zona.

Muchos de estos palacios de corte renacentista se ven todavía hoy, aunque el estilo que predomina en Malá Strana es claramente barroco, de ahí el apodo de “Perla del Barroco”.

Actualemente  los visitantes dejan mensajes en el muro de John Lennon, dedicado al famoso miembro de los Beatles.

En la zona de Kampa, al lado del río, se encuentran restaurantes de alta cocina y el Museo de Franz Kafka.

Mala Strana es también lugar de peregrinaje ya que allí se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, la iglesia barroca más antigua de la ciudad (luterana en sus inicios), donde se custodia la imagen del Niño Jesús de Praga, que cambia de traje según la ocasión y hasta cuenta con su propio museo dentro de la iglesia.

Los vestidos suelen ser obsequios de los peregrinos o de personalidades del mundo político y religioso que visitan el santuario, y algunos incluso llevan bordados de piedras preciosas y oro.

De esta pequeña estatua de cera lo primero que sorprende es el tamaño: apenas mide 0,50 cm. Con su mano derecha bendice a los visitantes y en la izquierda lleva un orbe real.

Hay quien cree que esta escultura, que representa al Niño Jesús, perteneció a la mismísima Santa Teresa de Jesús, y su importancia para los católicos radica en los milagros que se le conocen, especialmente con las embarazadas o a las mujeres que buscan estarlo.

La calle Mostecká, en la que se desemboca si se llega a Malá Strana cruzando el Puente de Carlos es un buen punto para empezar a recorrer el barrio pero creo que lo mejor para conocer Malá Strana es dejarse llevar por sus callecitas, vagabundear sin rumbo y dejarnos sorprender por sus lindísimos rincones.