Donde la tradición y el futuro se unen
Dubai
Lejos en el tiempo quedó el comercio de perlas de sus primeros habitantes. Tampoco quedan rastros de su época bajo el protectorado inglés. Entender el por qué es simple: todo cambió gracias al descubrimiento del petróleo.
Emiratos Árabes Unidos es un país soberano gobernado por una monarquía constitucional. Su territorio está compuesto por siete emiratos independientes, cada uno regido por un emir (título nobiliario de los jeques) con poderes específicos. El gobierno central lo forma el consejo supremo, integrado por los siete emires. El presidente del país suele ser el emir de Abu Dabi y el primer ministro, el emir de Dubai.
Estas tierras son un mosaico perfecto donde la cultura musulmana y la tradición del islam conviven con un shopping de lujo de altísimo nivel y costumbres cosmopolitas.

Al recorrerlo no quedan dudas que se trata de país donde el 88% de su población es extranjera, según indican los últimos datos de inmigración publicados por la ONU.
Dubai cuenta con construcciones y obras de infraestructura notables como los hoteles Burj Al Arab, (único de 7 estrellas) y Burj Khalifa (el más alto del mundo, con 828 m de altura); los puertos de Mina Rashid y Jebel Ali y el conjunto de islas artificiales The World y The Palm Islands, donde está el famoso hotel y parque de agua «Atlantis».
Burj Al Arab Costanera de Dubai

Tal es la influencia del capitalismo occidental que los cristales Swarovsky llegaron a las abayas y burkas clásicas que usan las mujeres islámicas para vestir. Los maridos gastan verdaderas fortunas en ropa y joyas que sus esposas sólo pueden mostrar a otras mujeres o en la intimidad de su hogar ya que, según indica el Corán (libro sagrado), no se debe llamar la atención de ningún hombre que no sea el marido para no despertar el deseo.
Abu Dabi
Abu Dabi, por su parte, es uno de los principales productores de petróleo del mundo. Con una producción de más de 1,5 millones de barriles al día, este emirato puede darse el lujo de contar con la primer sucursal del Louvre Museum fuera de París; disfrutar de un circuito de F1; divertirse en el Ferrari World, único parque temático de Ferrari del mundo; descansar junto al paseo marítimo, conocido como Corniche o fanfarronear con la Mezquita Sheikh Zayed, llamada comúnmente «Gran Mezquita», por ser una de las más grandes del mundo rivalizando en tamaño con La Meca.
Conocer cualquiera de los emiratos nos permite poner un pie en lo mejor de cada mundo convirtiendo la visita en una gran experiencia.


